Por: Fernando Uranga  

    Hola a todos!

   Me encuentro realizando una maestría en un pequeño pueblo llamado Jülich que está en Alemania. Soy mexicano y trabajé por varios años en una empresa en México para poderme pagar mi sueño de estudiar una maestría en el extranjero. A continuación les contaré un poco sobre mi experiencia en mis primeros tres meses desde que llegué.

   El día que llegué a la ciudad con todas mis maletas, a las 10 pm, ya oscuro y con un cansancio/resfriado, aprendí una lección muy valiosa: “Siempre carga con la dirección COMPLETA de a dónde vas a llegar” jajaja. Al bajarme del tren que me dejé en mi nueva ciudad no pude conseguir ningún taxi, así que acudí a mis mapitas que traía de google, caminé por las calles que en ese momento me parecían largas y confusas. Preguntaba a todos los que encontraba cómo llegar a la calle donde estaba mi nueva casa.

   Después de un tiempo encontré la calle, perfecto dije, y ahora cuál número de casa es??? No había anotado el número de la casa en ningún lado! Sabía que estaba en la calle correcta, aunque no estaba seguro de dónde empezaba y dónde terminaba.

   Sin celular, comencé a considerar las bancas y periódicos de un parque como opción para dormir. Hasta que apareció un señor que me vio perdido y me preguntó qué buscaba. Le enseñé la dirección que traía, donde afortunadamente también tenía escrito el nombre de la familia que me rentaba el lugar, el señor los conocía y me apuntó a mi nueva casa!

   Siempre carga con la dirección COMPLETA de a dónde vas a llegar

   La casa es muy grande, tiene 3 pisos y un sótano. Claro que lo mío es solo un cuarto jaja. Los señores con sus hijos viven en los 2 pisos de arriba y en el primer piso vivo yo con dos roommates, un panameño y un alemán. Cada uno tenemos nuestro propio cuarto, compartimos cocina y baño. Los roomies son muy buena onda, y el panameño estudia la misma maestría que yo excepto que él ya está en tercer semestre, así que me da algunos consejos.

   La ciudad en la que vivo se llama Jülich, la ciudad es chica de unos 33 000 habitantes. No hay muchas casas o edificios antiguos ya que el 97% de la ciudad fue destruida en la segunda guerra mundial, después la reconstruyeron así que es casi todo nuevo, con excepción de algunas iglesias y un fuerte que está en el centro. La ciudad es bonita y muy tranquila y la gente es muy amigable. 

    Mi principal medio de transporte se ha convertido en la bicicleta. Lo cual me recuerda a otra muy importante lección que aprendí: “Es importante saber hacia dónde se dirige el tren que abordaste”

    Las ventajas de mi pequeña ciudad es que está muy cerca de ciudades muy grandes e importantes como Colonia, Bonn (ex capital de Alemania occidental), entre otras. Así que unos días después de que llegué, decidí aventurarme hacia Aachen, una ciudad donde cada fin de semana se pone un mercado de bicicletas de segunda mano.

    Increíblemente llegué a la ciudad sin ningún problema, aún más increíble (gracias a mis mapas de google) encontré el mercado. Me compré mi bicicleta y me fui de regreso a la estación. Al subir al tren de “regreso” subí mi bicicleta al tren mientras molestaba a la gente a bordo.

   Después de algún tiempo me pareció algo extraño, que todos los que estaban en el tren tenían maletas de viaje, y más extraño aún era que no hablaban alemán sino que francés!. Así que le pregunté a una señora que hacia dónde se dirigiría el tren? Ella me contestó: “a Paris!!”

   Hmm interesante pensé, tengo que bajarme en la siguiente parada! ….

   Pues Bruselas, Bélgica es una ciudad muy bonita. Al menos la estación, ni siquiera tuve tiempo de conocer la ciudad jaja. Pague 35 euros para regresar al buen Jülich. Estaba feliz porque había conseguido mi bici barata excepto que ahora me había costado 35 euros más cara jaja.

   Es importante saber hacia dónde se dirige el tren que abordaste”

   El primer mes que estuve aquí fue muuuy bien aprovechado. Tenía casi 3 semanas libres antes de empezar clases, así que decidí sacarle provecho a los beneficios que me da la universidad.

   Ya que los alemanes pagan 50% de impuestos, esto se va a los desempleados, pensionados y a las universidades. Así que yo no tengo que pagar mi maestría. Lo único que pago es 200 euros semestrales, pero esto es para un ticket mágico que se llama “Die Semesterticket”. Este ticket me permite tomar cualquier tren, autobús, tranvía, metro de cualquier ciudad en todo mi estado gratis!

   Así que ese mes me dedique a conocer el estado sin pagar más que para mi comida! Viajé a varias ciudades muy bonitas que tiene el estado y conocí muchos lugares.

    Al terminar mis vacaciones comencé la maestría. El nombre de mi maestría es “Master of Science in Energy Systems”. Es sobre todos los sistemas de producción de energía que existen desde combustibles fósiles, energías renovables, hasta Fuel Cells (energía producida por medio de gases, (hidrógeno y oxígeno). No sólo vemos la parte técnica sino también en cómo afectan a la economía y política del mundo. Muy interesante.

    Este semestre tomé 7 materias. Más clases de alemán los sábados.

   Tenemos profesores de todo, desde el genio que habla más de 10 idiomas y puede dar clases en 7, pasando por el ex-alcalde de Aachen (ciudad cerca de Jülich), está también el que diseño baterías para submarinos, también un diseñador de plantas de energía por medio de quema de basura, hasta aquel que cualquier cosa que diga en clase puede venir en el examen (muchos graban todas las clases). No tenemos exámenes excepto uno por materia al final del semestre. Esto aún no sé si sea bueno o malo.

   El 50 % de los estudiantes de mi maestría son extranjeros. Y el 30% es latino jaja. He conocido como a 13 mexicanos que viven aquí en Jülich, incluso formaron una banda de mariachis, que toca en eventos jajaja. Así que no solo estoy mejorando mi alemán pero también estoy aprendiendo otros idiomas como: colombiano, chileno, panameño, salvadoreño jajaja. 

    Por último les cuento otra de mis lecciones aprendidas: “Las arañas no desaparecen mágicamente”.

    Mi casa tiene un patio muy grande, pero muy descuidado, parece una selva. Esto es malo porque, hay muchas arañas. Y muchas de ellas entran sin permiso a la casa. La araña más grande que he visto en mi vida me abrió la puerta del baño una vez. Pero la lección que aprendí fue con la segunda araña más grande que he visto en mi vida. Estaba en el fregador de la cocina, yo me disponía a lavar los trastes cuando la vi. Busqué algo con que matarla y encontré una caja de huevos vacía. Así que la aplasté con la caja. Pero algo extraño paso, la araña ya no estaba, ósea nada, ni siquiera había una araña aplastada. Una araña de ese tamaño no desaparece así nomas, pensé.

   No iba a lavar los trastes hasta encontrarla, así que la busque. No estaba en la caja de huevos,  ni en los trastes, ni en las paredes. Habrá saltado? Revise el techo, nada. Así que me di por vencido, lave los trastes y me fui a bañar.

   Después vi a mi roomie en la cocina y le platique la historia. Tome la caja de huevos para decirle como la había golpeado, hasta que dije… momento. Abrí la caja de huevos y la araña!!  Grité MASCULINAMENTE y solté la caja y mate a la araña! El roommate se rió como por 10 min.

   “Las arañas no desaparecen mágicamente”.

   Así que espero haberles pasado algo de conocimiento!

   Muchos saludos a todos!!!!



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